El equipo monegasco de Lucio Cecchinello ha anunciado de forma oficial, y a través de un comunicado en su web, que la próxima temporada contará en su equipo con Jack Miller a los mandos la Honda Open con motor de válvulas neumáticas.
Por fin se ha hecho pública la noticia, que está lejos de sorprender a nadie, por parte del LCR que la temporada próxima estará con ellos Jack Miller en la que será la segunda moto del equipo.
De hecho esta es la primera vez desde 2006 que el equipo de Lucio tenga 2 motos en su garaje.
También ha trascendido que, más allá del extraordinario rumor del regreso de Burgess, el que ocupará el liderazgo técnico para la Honda RC213V-RS será un hombre de la casa, Christian Gabarrini. Para terminar, y según GPOne, el acuerdo será por 3 temporadas.
Pero ¿Por qué ha hecho esto Jack Miller? ¿Cuál es el motivo de que se haya puesto en juego de esta forma, con una apuesta tan fuerte?
Antes de responder esas preguntas debemos ver y comprender que los pilotos tienen la mentalidad de que son capaces de hacer, como mínimo, lo mismo que hacen los demás y que están preparados para estar delante. Sin eso un piloto pierde la esencia de lo que quiere ser, y deja de ser competitivo. Y ese ADN también lo tiene Jack.
Considera que cuando haya aprendido puede ser competitivo y ganar a los pilotos top, sea cual sea su nombre.
Y ahí es donde está la clave de su futuro: el aprendizaje
Todo el mundo considera que Miller debería pasar por la escuela de Moto2, para pulir el nuevo estilo de pilotaje que requieren las motos para obtener un mayor paso por curva y, sobre todo, modificar el comportamiento de la electrónica (Mat Oxley nos lo cuenta). Ha decidido hacer la bravuconada de saltar directamente a la categoría reina y aprender allí, por duro que pueda ser.
Lo que pasa es que en Moto2, ante la igualdad que hay de propulsores, que cada vez más los equipos tienden a llevar el mismo chasis y que 7 décimas pone a los 15 primeros tíos de la parrilla y en un segundo hay 20 ó 25 motos.
En ese laberinto que plantea la categoría intermedia es muy fácil perderse, frustrarse y diluirse; por lo que Jack entiende que sería más arriesgado hacer una o dos temporadas de Moto2, con el riesgo de caer en el olvido o perder el interés que ahora hay por él, que subir y aprender con la moto “tonta” de HRC. Pensándolo así ¿alguien sigue teniendo ganas de decirle que se equivoca?
Él, y todos, sabemos que no va a tener ninguna presión el primer año y va a poder aprender sin preocuparse de nada más.
Y hay más cosas a favor de esta decisión; como por ejemplo que en el 2016 van a cambiar tanto las cosas que va a ser un reinicio para todo el mundo, por lo que igualará las cosas. Por otra parte está también el hecho de que ahora no está mal visto el volver atrás, y como prueba está el caso de Julián Simón o del propio Toni Elías que también estuvo en el LCR.
Por todas estas cosas Jack Miller no está haciendo nada que no sea razonable, que seguramente hará que muchos pilotos se replanteen en el futuro cómo progresar hasta MotoGP, y lanza un mensaje claro a la organización de que debe haber cambios en la categoría intermedia que la lleven a tener más importancia.