Con el título entre Marc Márquez y Andrea Dovizioso, el equipo de fábrica de Yamaha puede convertirse en un factor de desequilibrio.
Esta carrera es una auténtico examen final, en el que se medirán sus capacidades de cara al futuro.
Tras una pretemporada en que el rendimiento de la Yamaha, especialmente a manos de Maverick Viñales, hacía presagiar una año plácido para la marca de los tres diapasones.
Esta sensación de dominio absoluto por parte de Yamaha se confirmó tras las dos primeras carreras, en que Maverick Viñales consiguió sus dos primeras victorias a lomos de su nueva moto.
En Texas, en el tercer gran premio de la temporada, Viñales sufrió un traspiés en el que señaló, por primera vez, a los neumáticos. Algo que no pareció poner en duda el dominio del Movistar Yamaha pese a la victoria de Márquez. Aquél es un circuito en que nadie ha sido capaz de ganar al de Honda desde que entró en el calendario, pero la segunda posición de Valentino Rossi daba continuidad a la idea de que tenían la moto más equilibrada.
Cuando llegaron a Jerez, allí donde dicen que empieza de verdad el mundial, se pudo ver que había situaciones en que la moto no era competitiva, algo que se confirmaba con el 6º y 10º puestos de Maverick y Valentino. Además, los pilotos oficiales tenían que ver cómo la moto de 2016 pilotada por Johann Zarco queda por delante y abría el debate sobre las capacidades del nuevo chasis. Una situación que empeoró con el cambio de neumático por parte de Michelin a partir de la carrera disputada en Montmeló.
La cuestión es que Rossi ha ganado una sola carrera esta temporada y Viñales tres, pero lo más preocupante para ellos es que no saludan desde lo más alto del podio desde la carrera en agua que se disputó en Holanda. La de Assen es la 8ª carrera de la temporada, por lo que más de media temporada se la han pasado en el dique seco.
Desde Holanda han conseguido 2 podios en 9 carreras. Viñales ha conseguido subir al podio una vez, como 2º, y Rossi tuvo que esperar a Australia para poder mirar hacia su equipo desde el cajón, también como 2º clasificado. Esos resultados se antojan insuficientes para un equipo con su palmarés.
Lo más alarmante puede ser que no se aprecia una señal de cambio de dinámica, y parece que habrá que esperar a la moto de 2018 para esperar una mejora competitiva de Rossi y Viñales. Pero, entre tanto, queda una carrera decisiva para un título al que no pueden optar pero en que pueden convertirse en un factor decisivo.
En las 5 últimas visitas el equipo oficial Yamaha se ha llevado la victoria en 3 ocasiones, a manos de Jorge Lorenzo, mientras que las otras 2 han sido para los pilotos del Repsol Honda, una para cada uno.
Parece que Rossi no ha dado nunca con la tecla en este circuito, pero Viñales consiguió ser el hombre más rápido en los test que se han hecho en esta pista al inicio de la temporada 2017 y es por ello, si consigue rescatar del olvido sus sensaciones, que puede ser el auténtico juez de esta temporada.
No es necesario decir que no basta con un buen resultado, si no que el equipo necesita una victoria para poder confiar en el futuro.
@MotorluNews