Cuando un Gran Premio torna a su fin llega el momento de celebrar logros para los más afortunados, pero también de mirar atrás ver qué fallos se han cometido y qué debería cambiarse para mejorar los resultados. Tras el GP de Francia, Ducati debe hacer ambas, por una parte, celebrar que sus dos pilotos fueron capaces de meterse en el podio, pero por otro no deben perder de vista que Marc Márquez está brillando con luz propia y no tienen tiempo que perder si quieren que se repita la lucha por el mundial de los dos últimos años, pero con más opciones a ganar al todopoderoso piloto de Honda.
La temporada para los del Mission Winnnow Ducati empezó de la mejor forma: Andrea Dovizioso ganaba la primera carrera del año en un apretado final en la pista catarí de Losail, parecía que el italiano empezaba con las ideas claras: ganar a Márquez desde el momento uno del año para así hacerse con unos puntos que podrían beneficiarle de sobremanera si finalmente se jugaran el título entre ambos. Sin embargo, desde aquella victoria lo más que ha podido celebrar el piloto ha sido una tercera posición en el GP de Argentina y una segunda en el GP de Francia, unos resultados que para nada están mal, pero que se antojan insuficientes comparados con las tres victorias y el segundo puesto que ha cosechado este 2019 Márquez.
Sobre el papel parece que el esquema está claro y es para todos igual: tratar de ganar al actual jefe de la categoría reina, Marc Márquez, cosa que se tuerce cuando llega el fin de semana y el del Repsol Honda es casi imposible de alcanzar. Esta presión de tratar de ganar al 93 se hace aún más grande cuando te llamas Andrea Dovizioso y has sido el piloto contra el que Márquez se ha jugado sus dos últimos títulos.
Dovizioso sabía que este año tenía que acumular buenos resultados desde el primer momento para evitar que le ocurriera como el año pasado, cuando unos decepcionantes resultados en el comienzo del mundial le hicieron claudicar de la lucha por el título en el GP de Japón donde Márquez consiguió su séptimo campeonato del mundo.
Solo llevamos cinco Grandes Premios disputados de los 19 que están previstos en el calendario oficial, pero han sido cinco pruebas en las que el de Cervera ha demostrado, a excepción del error que le llevó a marcar su retirada en Austin, que está como mínimo en el mismo nivel de años anteriores.
A pesar de que es sabido que las primeras carreras son cruciales para un piloto como Dovizioso que sigue queriendo pelear por el título, ¿cómo se intenta ganar a un Márquez que está demostrando que no tiene rival?
Dovizioso o quien quiera que sea que quiera arruinarle el mundial al 93 va a tener que comenzar una lucha contra un Márquez que cada vez parece menos humano sobre su Honda RC213V y que si no ocurre nada extraño tiene altas posibilidades de conseguir este 2019 su octavo título de campeón del mundo.
Márquez ha conseguido este 2019 un total de tres victorias y a excepción de esa primera carrera que se decidió a favor de Dovizioso en Catar, todas las carreras que ha acabado lo ha hecho como vencedor. Es por ello que el de Honda parece estar este año por encima de todos los demás y Dovizioso tendrá que poner toda la carne en el asador si quiere tener alguna mínima posibilidad de luchar por el campeonato.
A pesar de la clara superioridad que está demostrando el 93, ahora llega la oportunidad de oro para Andrea Dovizioso: los Grandes Premios de Italia y Catalunya. Allí desde hace dos temporadas las Ducati se han mostrado más fuertes que las Honda. Es más, en 2017 el italiano ganó esas dos carreras y comenzó el sueño de pelear por el Campeonato del Mundo. En 2018 solo subió a lo más alto del podio en Mugello, pero en Montmeló fue Jorge Lorenzo, su ex compañero de equipo quien ganó.
Es en el GP de Italia el momento de Dovizioso para demostrar que puede ganar a Márquez y dar así un golpe sobre la mesa para la lucha por el mundial este 2019.