Diego Lacave
@DiegoLacave
El piloto francés se bajará de su KTM a final de temporada y no cumplirá el segundo año de contrato con la fábrica austríaca. Tras la celebración del Gran Premio de Austria de MotoGP supimos que Johann Zarco había pedido a Stefan Pierer (Consejero Delegado de la marca) romper de manera amistosa el compromiso que les unía a ambos hasta finales de 2020. Y yo vengo (con los dedos cruzados: es martes y 12+1) dándole vueltas a este caso porque me parece que hay muchas claves que analizar del “caso Zarco” como paradigma de lo que está sucediendo, en los últimos tiempos, en MotoGP.
Para empezar, y una vez más, no hay periodista que descubra la noticia; sino que es algún protagonista interesado en sacarla el que ofrece la carnaza en el momento y forma que le conviene. Esto supone una derrota más para un oficio decadente, pero no es lo que me importa en este momento. Pierer tuvo que anunciar el fracaso (con todas las letras) de KTM en Moto2; de donde se marchan por la puerta de atrás y dejando a unos pilotos en un bote salvavidas. Y no es casualidad que sacara a la palestra, entonces, lo que llevaba hablando con Zarco desde hace tiempo. Nadie habla ahora de la retirada de la categoría intermedia, sino de la “rendición” del piloto francés.
Ningún dirigente de ningún país de los llamados democráticos lo hubiera hecho mejor. La política es el arte de vivir de los problemas y no tiene nada que ver con remangarse a resolverlos; y esto es exactamente lo que han hecho en KTM con la crisis que tenían, insisto que desde hace tiempo, con un fichaje estrella anunciado en la primavera de 2018. Y ahora estrellado. Además, han conseguido quedar como unos señores: la cosa se vende como un acto de generosidad, abriendo la puerta de la jaula a un pájaro que quiere volar libre. Mentira: de lo que se trata es de tirar del viejo proverbio que todos los maestros de todas las guerras del mundo han tenido que aplicar, alguna vez: al enemigo que huye, puente de plata.
Johann Zarco no estaba fracasando en KTM. Eso ya lo había hecho en marzo. Estamos en agosto y la cosa empezaba a enquistarse. El piloto no podía más, su cabeza no daba para más. Ahora se ha arrancado del alma una espina (o una estaca metida por donde amargan los pepinos, mejor dicho) y que no le extrañe a nadie que aparezca en Silverstone poniéndose delante y dándonos a todos una lección de psicología que sin duda necesitamos. Así son los pilotos y así es MotoGP: una “caverna de Platón” de la vida misma. Nada es lo que parece.
Yo me mojo porque quiero; y porque escribir en MotoLuNews (nobleza obliga) me lo exige: Zarco no le ha fallado a KTM, es KTM quien ha fracasado con Zarco. Como con Moto2 y como lleva pasando tiempo (Canet mediante) en Moto3. Austria es un país mucho más pequeño que Francia, pero su “chauvinismo” tiene dimensiones parecidas. Yo (que tanto critico a Ducati últimamente) tengo que decir que los de Borgo Panigale tienen algo que los hace únicos: la parte buena de ser italianos. Saben que son imperfectos, que nunca serán japoneses (gracias a Rómulo por ello) y que, si tienen que arreglar las cosas con alguien, le dicen “dile a tu orgullo que el mío le manda recuerdos” y se toman una “grappa” juntos; brindando por las delicias de Italia sin saber que beben un aguardiente de orujo inventado por gallegos. Y lo venden mejor que en España (la bebida, el aceite y la nación entera) y sin complejos.
Valentino Rossi fracasó con Ducati, ambos separaron sus caminos; y uno volvió a ganar carreras y los otros cambiaron su “Biblia Desmodrómica” y se dedicaron a hacer, por fin, una puñetera moto que siguiera corriendo lo mismo o más aún, pero que además girara como si fuera japonesa. Nadie salió herido, todos ganaron (ninguno demasiado, es cierto) y el sol (naciente: Marc) siguió saliendo por el mismo sitio, en el planeta MotoGP. En KTM saben que tienen un problema: necesitan pilotos de bandera. Cuentan (aún) con dos campeones de Moto2 que sufren las de Caín con ése “Feber-Chasis” de tubos con el que están dispuestos a morir como kamikazes sin darse cuenta que no son nipones sino tiroleses; y que el otro campeón de categoría intermedia (y que es, de verdad de la buena, un súper clase) que tienen contratado como probador, se niega a dar el salto que en el fondo de su oscuro corazón quiere dar, porque la moto está muy lejos, aún, de ser una montura ganadora. Saben en KTM el problema que tienen, remato, porque todo esto lo ve desde fuera el tío con el que sueñan, el mismo que vio a Zarco volar con una Yamaha satélite de la misma forma que lo hace ahora otro francés. El mismo que sabe lo bueno que es Pol, el mismo que sabe quién es, Dani Pedrosa.
Zarco acabará dando lustre a la parrilla de SBK (y aprendiendo a ser feliz, por fin) o ganará “euromillones” (si echa el boleto, para empezar) en MotoGP en 2020. Espero que tocar el piano no le depare un futuro semejante al de James Toseland. En todo caso, es su vida y depende de él mismo; con la ayuda de una familia que se llama Dorna, que si ha podido rehabilitar a un tipo que le toca el freno a un rival en plena carrera, lo sabrá hacer con un profesional que tiene mucho que ofrecer, aún. Pero KTM seguirá en su encrucijada; porque se le acaba el tiempo de cara al siguiente ciclo de contratos. Olvídense de Neymar: el objetivo es Mbapé. Me gusta hacer paralelismos con el fútbol por dos razones: se entienden a la primera y de paso cabreo a los talibanes de la afición motera, tan pagada de sí misma que parecen ingenieros de “Matiglofen”, se escriba como se escriba.
El objetivo de KTM es ganar en MotoGP y eso pasa por fichar a Marc Márquez. Y para hacerlo, el de Cervera no solamente tiene que ver una montaña de millones de euros del tamaño del Grossglockner, sino una moto que corra como si estuviera fabricada en Borgo Panigale y pasara por curva como si la hubieran parido en Iwata. Una moto sobre la que Marc vea cómo disfrutan otros pilotos que conoce de sobra; y a partir de esa visión empezar a soñar con seguir ganando un montón de dinero, mientras sigues conquistando títulos, con otra marca. Es posible que Pierer le haya dicho a Zarco, hace tiempo, eso de “con estos bueyes hay que arar” y este le habría contestado que antes que agricultor, él es pianista. Zarco seguirá comiendo tres veces al día mientras que KTM continuará teniendo hambre de victoria, en MotoGP. Por eso, el problema se queda en Austria, por ahora.
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El problema de “hacer paralelismos con el fútbol” es que no se entiende a la primera… ni a la segunda ni a la tercera… todavía quedamos algunos seres que no nos interesa nada el fútbol… ni los futbolistas.
Leyendo al psudoperiodista este, veo que tiene una declarada animoversion hacia lo italiano…
Envidia quizás? Sentimiento de inferioridad? Mentir y tergiversar la historia y mezclar churra con merinas. Eso es muy de x aquí verdad?
Algún turista italiano, seguramente un teléfono, que son los que vienen por Benidorm le habrá cepillado la novias este o a la mamá….. Ve a criticar a montesa u otra marca española conocida… Si la encontrases.
Y deja de cebarte en KTM o Ducati .
Que fácil es ser periodista de internet!!!!!
Genial artículo, completamente de acuerdo.