Hoy no vengo a hablar acerca de la carrera del GP de San Marino y de quién nos sorprendió o nos defraudó. Hoy vengo a hablar acerca de un hecho que se produjo hace muy poco tiempo, ayer concretamente: la decisión unilateral de KTM de que uno de sus pilotos, Johann Zarco, no vuelva a subirse a la moto en lo que queda de temporada.
Desde hace un mes ya sabíamos que el contrato del francés con KTM iba a rescindirse a final de esta temporada, un año antes de lo previsto, pero se suponía que iba a seguir corriendo con ellos lo que queda de 2019. Ayer supimos que no y aunque Zarco sigue contratado por la firma austriaca, va a ser Mika Kallio, piloto probador de KTM, quien corra en su lugar en los seis Grandes Premios que restan para el final de la temporada 2019 de MotoGP.
Esta es la noticia, pero no he venido aquí a contaros hoy algo de lo que podrías haberte enterado ayer, sino que voy a dar mi opinión sobre qué ha podido fallar para que la relación Zarco-KTM no haya sido todo lo exitosa que cabría esperar y se haya roto el contrato cuando este no había llegado ni siquiera a su ecuador.
¿Qué ha fallado en la relación KTM-Johann Zarco?
Como diría la gran Elvira Lindo, vamos a comenzar a contar la historia por el principio de los tiempos, o lo que es lo mismo el día de la firma del contrato de Johann Zarco por el equipo oficial de KTM en MotoGP. En ese momento, Johann Zarco atravesaba uno de sus momentos más dulces en MotoGP, tras un año de experiencia en la marca de los diapasones,el francés estaba totalmente adaptado a su Yamaha YZR-M1, con la que había conseguido dejarse ver por el grupo delantero durante las primeras carreras de 2018 y con la que consiguió seis podios en total. Normal que hubiese equipos interesados en fichar al bicampeón del mundo que parecía que podía luchar incluso con las Yamaha del equipo oficial.
Tras una época de rumores de que el 5 podría haber fichado por el Repsol Honda como compañero de Marc Márquez para esta temporada, se hacía público que el agraciado no era el Repsol Honda, pero sí un equipo oficial en MotoGP. Se trataba de la recién llegada KTM y parecía un proyecto nuevo e ilusionante para el ambos, pero finalmente no ha sido así.
Un equipo oficial, pero recién nacido
No era ningún secreto que la KTM RC16 no era una moto con un alto nivel de desarrollo por la sencilla razón de que su primera temporada completa en el Campeonato del Mundo de MotoGP fue en 2017 y aún queda mucho trabajo por realizar por mecánicos, telemétricos y pilotos hasta poder tener una montura comparable a una Honda o una Yamaha o incluso una Suzuki, que acumulan casi dos décadas de experiencia en este campeonato.
A pesar de que Zarco debía saber que la KTM que iba a coger a principios de 2018 no iba a poder compararse con su Yamaha, la situación desde el primer momento fue peor de los que se sospechaba. El piloto confesó desde que subió por primera vez a la moto que le esperaba una larga temporada por acoplarse a ella y por hacer de la KTM RC16 una montura competitiva.
Finalmente no llegó el momento de ver un gran salto de calidad en el pilotaje de Zarco en 2019, en el que solamente ha conseguido meterse en una ocasión en el top 10.
La oferta de un equipo oficial, donde junto con su compañero Pol Espargaró fueran los pilotos principales para los que trabajar puede que fuera una de las causas por las que el francés creyó en el recién nacido proyecto de KTM. No podemos olvidar que Zarco venía de una estructura no oficial y ser uno de los pilotos principales para la marca era una propuesta bastante golosa.
Eso sí, el bicampeón del mundo debería haber sopesado que se trataba de un proyecto muy joven, una marca con muy poca experiencia en MotoGP y en la que no le sería nada fácil brillar.
Transición Yamaha-KTM
El segundo de los motivos por los que posiblemente la relación entre KTM y Johann Zarco no ha sido exitosa puede que sea que Johann Zarco llegó a MotoGP de la mano de una montura como la Yamaha YZR-M1, una moto dócil en curva, que hace más fácil la adaptación de los rookies a la categoría reina.
Zarco pasó dos maravillosas temporadas en Yamaha, donde a pesar de no estar en un equipo oficial conseguía estar delante, en ocasiones mejorando a los pilotos oficiales. Se trataba además, como he comentado, de una montura desarrollada durante casi dos décadas, pero en KTM todo iba a ser distinto, era una estructura oficial, vale, pero con una moto cuyo nivel de desarrollo era bajísimo.
Si ya de por sí, para pilotos de la talla de Jorge Lorenzo la transición de Yamaha a otra marca, como fue Ducati ya fue toda una odisea, sobra decir que no iba a ser un camino de rosas para Zarco, que solo atesoraba dos temporadas de experiencia en MotoGP y que además habían sido sobre una de las motos más dóciles de la parrilla.
Aprender a luchar en la tormenta
Por último y quizá el aspecto más personal que puede haber sido determinante en la decisión del francés de abandonar el proyecto KTM es el hecho de haber visto como en sus dos primeros años en MotoGP han sido fantásticos, acabando ambos la temporada en sexta posición, atesorando podios y siendo un habitual del top10. Puede que ahora al verse tan abajo en la clasificación, con una moto con la que no es capaz de ser competitivo haya hecho que quiera probar suerte en otras marcas o quizá en otros campeonatos donde podamos ver su dorsal en lo más alto de la tabla de tiempos.
Así es como el sueño de estar en un equipo oficial durante dos temporadas ha tornado en pesadilla y finalmente sea por estas razones o por otras que desconozcamos el francés no va a acabar su contrato y de momento no vamos a volver a verle más sobre su moto.
Ahora queda saber qué va a ser de Johann Zarco para 2020 si tomará la senda del Campeonato del Mundo de Superbike como se rumoreaba o si nos sorprende en cualquier otro campeonato.