Espero que se permita la licencia de poner en mayúscula la “M” de motociclismo del titular, pero después de una temporada como la que hemos vivido es difícil resistirse a esta pequeña distinción como homenaje a la temporada que nos han dado nuestros pilotos. No únicamente los que han sido invitados por la Casa Real.
Al evento estaban invitados los pilotos que han ganado los campeonatos mundiales en los que competían. Era, por tanto, una ocasión especial y que pone en valor lo que esta temporada han hecho estos pilotos. Y me permitiréis nombrarlos a los cuatro, que esos son los campeones mundiales que tenemos y que seguro que no necesitáis saber, pero que merecen que sus nombres figuren por escrito y en letras de oro en todos los artículos de los que tengamos la suerte de escribir sobre la temporada que nos han dado. Ellos son:
- Àlex Márquez
- Antoni Bou
- Esteve Rabat
- Marc Márquez
Para Antoni Bou esta debería ser la octava visita a Su Majestad pero la primera a Felipe VI, dado que es la octava corona mundial que ha conseguido el bueno de Toni en trial, esta vez outdoor. Y promete que quiere más, siguiendo los pasos de los italianos Toni Cairoli y Valentino Rossi.
Àlex Márquez, Tito Rabat y Marc Márquez han logrado los títulos de Moto3, Moto2 y MotoGP, respectivamente. Para Àlex y Tito es su primer entorchado, sin embargo para Marc esta sería la cuarta visita a La Zarzuela. Mar Márquez podría decir que ha habido más reyes de España que en MotoGP.
Bromas aparte, hay que reconocer de alguna manera este nuevo triplete de títulos, que no es la primera vez que sucede. Lo que sí es la primera vez que se da es que dos hermanos ganen, el mismo año y campeonato, dos categorías diferentes.
Todo esto sin nombrar los triunfos que son significativos aunque no sean camepeonato del mundo, pero Marc Coma, Jordi Viladoms y Laia Sanz han hecho un 2104 aún más brillante para el deporte de las dos ruedas.
Esperemos que este año, de una vez por todas y por fin, reconozcan al motociclismo nacional como uno de los más importantes del mundo. Que con todos estos números, o triunfos, o méritos deportivos, o como quieran llamarle, no pueden cerrar los ojos a que se ha hecho historia. No sólo en este período, sino que se puede orgullosamente comparar con las épocas doradas de cualquier otro país desde que se crease el campeonato.
Crucemos los dedos para que, de una vez por todas, el Motociclismo gane el único título que se le está negando repetidamente.