Los problemas en la visión, provocados por el desprendimiento de la espuma del casco, impidió a Jorge Lorenzo optar a la victoria.
En una carrera en la que no se le esperaba, ni a él ni a su Yamaha, pudimos disfrutar del Jorge Lorenzo más combativo en un duelo cercano y constante con Andrea Dovizioso.
Era el duelo de los resurgimientos, ya que la Ducati se ha reinventado – literalmente – para volver a ser competitiva, y Lorenzo y su Yamaha llegaron a la cabeza desde la segunda fila de la parrilla y sin haber mostrado un ritmo como el que alcanzó en carrera.
Ya en la primera curva se puso en la segunda posición que le permitió engancharse a la rueda de la Ducati que pudo rodar sin tener que “discutirse” con las Hondas de Marc Márquez ni de Dani Pedrosa. Así, teniendo el ritmo necesario para optar a la carrera, un agresivo Lorenzo superaba en la parte de curvas enlazadas a una Ducati que en recta le abrasaba.
Incluso se veía cómo Lorenzo medía si pasaba primero por la línea de meta, para el caso en que se viese obligado a adelantar a Dovi en la última curva. Eso dejaba ver lo fresco que estaba mentalmente el mallorquín, y lo centrado que estaba en la carrera.
De pronto, y sin haber habido previo aviso en la bajada de rendimiento de Jorge, pasó del primer al cuarto puesto en sólo una vuelta y media. De pronto no era capaz de mantener el ritmo que había tenido hasta ese punto de la carrera. En los corrillos para la prensa, y en todas sus declaraciones, argumentó que se trató de un desprendimiento de la espuma del casco, impidiéndole la visión del circuito en condiciones para mantener el ritmo necesario para optar a la victoria.
Se lamentaba el bicampeón español, ya que sentía que podía haber luchado por la victoria.
Las palabras de Jorge sobre su carrera:
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Ha sido una carrera difícil. Después de la pimera vuelta me he encontrado en segunda posición siguiendo a Dovizioso. Era más rápido y le he pasado donde podía en las curvas rápidas. En velocidad y frenada la Ducati era mucho más fuerte que nuestra moto, pero podíamos recuperar en el paso por curva aunque en aceleración era similar. Para ser honesto, creí que podía ganar la carrera, pensé que no iba a ser fácil, porque Valentino tenía un ritmo muy bueno a final de carrera. Me sentía cada vez mejor, pero de pronto había algo mal cuando en la parte superior de mi casco la espuma cayó y perdí la mitad de mi visión. No podía ver bien las curvas y no podía concentrarme o pilotar como hasta entonces y perdía hasta medio segundo por vuelta. En una carrea donde, por lo menos, podía haber peleado por la victoria, he terminado cuarto. |