Mucho se está hablando de que Jorge Lorenzo está rindiendo por debajo de las expectativas que había puestas en él, uno de los hombres más laureados de los últimos años en la clase reina de MotoGP, vamos a tratar de encontrar cuál es el motivo que imposibilita al piloto español conseguir buenos resultados.
Ducati, una fábrica de motos míticas. Quizá sea la marca que más seguidores tenga en el mundo, con aficionados que defienden sus colores, más allá de los nombres de los pilotos que estén sobre sus máquinas rojas. Una marca que despierta pasiones, asociada con un estatus social e, incluso, con el lujo. Tanto es así que, tras haber pasado por problemas financieros, ha sido una firma deseada por diferentes holdings para apuntalar su presencia en el segmento del lujo y apuntalar, gracias a las motos, su imagen de marca.
Sus ventas han crecido en los últimos años, atrás quedan épocas de penuria empresarial y en la competición, poco a poco, han ido recuperando presencia. Tanto en el campeonato de Superbike, como en el campeonato del mundo de MotoGP.
En este último campeonato han puesto toda la carne en el asador, tras la época de Gobmeier en Audi decidieron volver a dar el control a los italianos, y Domenicalli decidió contratar a Luigi Dall’Igna para tratar de dar la vuelta a una situación que les había dejado en el dique seco desde el título de Casey Storner en 2007. Poco a poco, con la incorporación del sesudo y cejudo ingeniero transalpino, se fueron aproximando a los equipos de cabeza utilizando el reglamento, inscribiéndose como motos en la categoría “Open” y obligando a Dorna a cambiar el reglamento para crear la “Factory 2”, lo que ha derivado en las “Factory” con concesiones en tanto no consigan resultados exitosos.
También cambió el nuevo director técnico del proyecto el diseño de la moto. Hizo una nueva Ducati desde una hoja en blanco, sin embargo parece que los problemas para hacer girar la moto no han desaparecido del todo, aunque claramente ha mejorado mucho.
¿Cuál es el nivel real de Ducati?
Normalmente, para comprobar cuál es el nivel de una fábrica se dice que hay que mirar la segunda moto.
Por ejemplo podemos ver que, para Honda, ha habido tres pilotos capaces de ganar en carreras de seco. Cuatro si contamos la carrera en mojado que ganó Miller en Assen. Si miramos a Yamaha podemos ver que, a pesar de los problemas sufridos la temporada pasada, los dos pilotos del equipo oficial consiguieron anotarse victorias, incluso si miramos a Suzuki esta temporada hemos podido ver a sus dos pilotos en el podio.
Es cierto que Iannone ganó antes que Dovizioso, en el particular circuito austríaco de RedBull Ring. Apuntar que esto pasó en su 4ª temporada con la moto italiana, 2ª en el equipo oficial. Es decir que sumando 2016,2017 y las 3 primeras pruebas de 2018, sólo 2 pilotos han podido ganar con Ducati, con 8 victorias para Dovizioso y una sola para Iannone.
Contrastando de nuevo con Honda, en el mismo período, son 12 victorias para Márquez, pero 3 suma Crutchlow y otras 3 de Dani. En Yamaha se anotan 6 victorias, 3 de cada piloto y contando a Viñales únicamente en la temporada 2017.
Estos números demuestran que en Ducati hay un gran déficit de ganadores distintos con esa moto.
El fiasco de Lorenzo, el fracaso de Ducati
Vistos los datos anteriores podemos ver que el conocido como “Síndrome Stoner” se está reproduciendo en nuestros días, para convertirse en el “Síndrome Dovi”.
Parecía que tras las victorias de Dovizioso y Iannone en 2016, la moto estaba lista para ganar, y se tiró la casa por la ventana para contratar de nuevo a uno de los “fantásticos”. No era la primera vez, ya que en 2011 y 2012 contaron con Valentino Rossi en sus filas, con el resultado de haber perdido dos años de un contendiente al título. Rossi no consiguió sacar nada de aquella moto, pero ahora los tiempos han cambiado, como también han cambiado los conceptos de la Ducati y desaparecido la mayor parte de los problemas. Incluso disponen de uno de los motores más potentes y suaves en entrega de potencia de toda la parrilla, algo que parece bastante complicado para las otras marcas.
A pesar de eso, y tras haber firmado a un hombre con el currículo de Jorge Lorenzo, cuya capacidad y competitividad está fuera de toda duda, la marca italiana debe resignarse a recoger los resultados en el mismo lado del box. Y es en este momento que debemos preguntarnos si acaso no será que la falta de resultados de Jorge Lorenzo vienen derivados por una complejidad de la moto, más que de una cuestión de pilotaje.
Iannone y Dovizioso ganaron tras su cuarta temporada con la Ducati, cuatro años de escuela con la ingobernable moto que los años y los ingenieros han ido mejorando. Por hacer una comparación, que no recuerdo si es sobre Pelé o Maradona, y es que aprendieron a jugar al fútbol, con los pies descalzos en la calle y con una naranja. Es normal que cuando aplicas todo lo aprendido utilizando mejor material vas a poder mejorarte exponencialmente, y eso es lo que le ha pasado a Dovizioso y que le llevó a eclosionar la pasada temporada. Cinco años después de trabajar con esa moto, empezó a ganar con una frecuencia muy alta.
Así pues, parece que lo que necesita esta Ducati para que alguien la haga una moto ganadora es una inversión de tiempo muy elevada por parte del piloto, y que después de la época Stoner los pilotos han tardado 4 temporadas en empezar a ganar. Por ejemplo, otro piloto con Ducati oficial que no ha ganado es Danilo Petrucci, y es que “sólo” lleva tres temporadas pilotando para la marca, entrando ahora en el mágico cuarto año que parece abrir las puertas de la victoria a lomos de esta moto.
La conclusión es clara: Ducati no es una moto que esté preparada para que un “fantástico” se suba en ella y pueda optar a victorias, sino que se trata de una moto ‘testarda’ que obliga a todos los que se suben a ella a cambiar su estilo, a desaprender lo que les funciona de forma adquirida y a comprender qué es lo que la Ducati necesita y cómo lo necesita.
Teniendo en cuenta que Jorge Lorenzo fue contratado para demostrar al mundo del motociclismo que Ducati era una moto ganadora, independientemente de quien la pilotase, y comprobado que los resultados no han llegado, queda en evidencia que la moto no es una máquina para cualquier piloto, sino que los pilotos que consiguen algún resultado deben emplear una largo período de adaptación y que, por lo tanto, devuelve a Ducati a la ‘Zona Maldita’ de las motos en que ningún piloto querría verse.
@LucioLopezGP
Márquez subido a esta Ducati estaría en el podio en cada carrera, cuando se canse de ganar Mundiales para la Honda lo veremos haciéndolo con la Ducati… en 2021?
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