La primera parte de la carrera fue abortada por bandera roja. Una caída de David Salóm forzaba a dirección de carrera a suspender la carrera y, al no haber transcurrido el mínimo necesario para dar la carrera por finalizada, hubo una carrera a 6 vueltas. Un auténtico sprint.
Hasta la caída de Salóm se pudo ver a un Sykes que volvía a ser dominador, habiendo esperado su momento para superar a Rea y a Giugliano. El italiano, que regresaba tras meses parado parecía estar mejor de lo esperado y se puso a liderar tirando del grupo, para descolgar al máximo número de rivales ya que él no tenía ritmo para aguantar toda la carrera. Trataba así de eliminar disputas de última hora.
Davies y Torres se habían retirado, en un caso por avería mecánica y en la segunda por caída, pero no podrían disputar las 6 vueltas que darían todos los puntos al no haber llevado ellos la moto hasta el box.
Quien no pudo salir al ser trasladado al hospital después de su caída, fue David Salóm. Finalmente se le detectó una fractura en el pulgar de la mano izquierda así como una fuerte contusión en el codo, los médicos no dejaron volver al piloto a competir en esas condiciones.
En esta segunda salida se conformó la parrilla con el orden de paso por meta de la última vuelta consolidada, cosa que intercambiaba a Sykes y Giugliano en la pintura respecto del orden de la Superpole. Rea seguía tercero.
Lo que convertía en emocionantísma la breve carrera era que, al hacerse una nueva salida con el nuevo orden, se había agrupado por ritmo a los pilotos además de eliminar la distancia entre ellos. Iban a ser necesarios los cinco sentidos para no perderse ningún adelantamiento.
Al volver a apagarse el semáforo la lucha fue feroz, y en la primera vuelta asistimos a la pelea entre Haslam y Giugliano, permitiendo una ligera escapada de las dos Kawasaki oficiales. También Guintoli aportó su granito de arena al show y se puso quinto, ganando hasta diez posiciones para ello. Hay piloto, pero le falta moto.
La pelea se centró en los oficiales de Kawasaki, que volvió a ganar Rea. Sykes cometió un error con el cambio que permitió a Rea pasarle y tirar al máximo para ganar la carrea. Sykes lo intentó todo, incluso en la chicane de acceso a meta pasaba por dentro del piano y pisando la hierba. De locura.
Tras el dúo Kawasaki llegó el más contento de todos, Davide Giugliano, que se subió al podio en su retorno. Justo por delante de un Haslam que se ve impotente en su misión de mantenerse vivo en la lucha por el título.