Nicolò Bulega, no sin suspense, se proclamó primer campeón del mundo júnior. En cuanto se sentó antes los micrófonos de la sala de prensa, supo a quién tenía que dedicar el título: a su mentor, Valentino Rossi
La carrera se inició con normalidad, y se creó un grupo de cuatro pilotos en cabeza. Únicamente faltaba Albert Arenas en ese cuarteto.
Una bandera roja, por una fuerte caída de Juanjo Núñez en la entrada al curvone, obligaba a Dirección de Carrera a sacar de inmediato la bandera roja. Buena decisión de los árbitros, que plantearon una carrera a 9 vueltas.
En la segunda salida fue Bulega el que tuvo problemas, y de la primera plaza cayó hasta la novena. Eso le obligó a plantear un carrera al contraataque. Remontar era su unica opción, si bien Canet estaba sólo tres plazas por delante de él.
El grupo de cabeza en esta carrera al sprint era mayor, siete eran los pilotos que estaban pugnando por las tres plazas de podio. El invitado especial era el campeón de la Talent Cup, Ayumu Sasaki, que se peleó con Tony Arbolino cuando empezaron a perder contacto con los pilotos habituales de cabeza. Así pues era el dúo del Laglisse, con Dalla Porta y Arenas quienes mandaron en gran parte de la carrera, con Mir y su nueva KTM tercero por delante de Bulega y Canet.
A dos giros del término cayó Arbolino, y recuperó el grupo Sasaki. También aprovechó Bulega para regresar a la primera plaza merced a una frenada que arrugó el asfalto en la primera curva, pero no le sirvió para asegurar la carrera ya que en la penúltima vuelta le superaron tres pilotos que sufrieron una caída en la última curva.
Dalla Porta quiso superar a Buleg, y se fue largo para impactar contra la moto de Canet, que luchaba por el título. Los dos pilotos se fueron al suelo obligando a frenar a Bulega, que se vio superado por Sasaki, que subió al podio en su carrera de debut. Por delante quedó como ganador Albert Arenas, precediendo a Joan Mir.
El del Laglisse se puso a 13 punto de Bulega para la segunda carrera.
La segunda carrera se disputó con normalidad, sin ninguna bandera roja que la interrumpiese o acortase. Así que en cuanto las primeras vueltas separaron el grano de la paja fue un quinteto lo que se jugaba la victoria, y el campeonato!
Tan pronto Bulega pasaba primero, como a la siguiente vuelta era el quinto. Los intercambios eran constantes, y los adelantamientos eran un punto agresivos.
Dalla Porta, que estaba en el grupo, seguía adelantando en la última curva, mientras que Mir se acostumbraba a la velocidad de la KTM pero con los problemas de no tener bien el set up del chasis. Canet progresaba hacia la cabeza de carrera y Arenas se mantenía en la cola del grupo.
Bulega pareció tomar el control cuando se puso al mando en la séptima vuelta. Imprimió un ritmo que estiró el grupo y pareció estabilizar la situación. Sólo hubo una situación complicada, Arenas se quedó a medio segundo de los tres primeros porque le frenaba Dalla Porta, cuando lo superó sólo tardó medio giro en ponerse de nuevo a rueda de Canet. Tenía ritmo.
Se habían abierto de nuevo las hostilidades, Mir atacó a Bulega y éste le respondió, mientras que por detrás fue Arenas el que dió buena cuenta de Canet y después del propio Mir. Ya sólo faltaban tres pasos por meta y nadie sabía qué iba a pasar.
Cuando sólo faltaban dos vueltas Arenas iba cerrando el grupo, y empezó a recuperar pasando a un Canet que pareció descolgarse. Media vuelta después pasaba a Dalla Porta, que se resistía y en la frenada de la curva uno volvía a pasar a su compañero de equipo. Arenas tuvo que superarle de nuevo para ponerse a rueda de Mir y poco después pasar agresivamente a Bulega en la curva diez.
Pero el show del italiano no había terminado. De nuevo Dalla Porta intentó lo imposible en la última curva y, al intentar superar a Bulega, impactó con Joan Mir yendo de nuevo al suelo con el piloto con el que había impactado. Por milímetros no tiró a su compatriota, y a la postre campeón, Nicolò Bulega.
La carrera la venció Arenas, consiguiendo así el subcampeonato, por delante del lesionado Canet y el nuevo campeón, Bulega.
En una entrevista post carrera Nicolò nos ha dicho:
Tenía claro que si Arenas ganaba tenía que hacer cuarto, y sabía que Dalla Porta iba a hacer lo mismo que en la primera carrera porque le he visto igual. He tenido que frenar y volver a abrir – para que pasase sin tirarle – y por un momento he temido por el campeonato.
Finalmente he podido hacer tercero y celebrar el título.
En cuanto a las carreras he disfrutado mucho más la segunda, porque he podido ser competitivo. En cambio en la primera carrera creo que hemos equivocado la estrategia de gomas, que no me han permitido luchar al máximo, aunque al final ha ido bien igual.