Tras la caída a alta velocidad que sufría Tito Rabat en la curva 11 del circuito de Sepang, el piloto viajó a Barcelona para ser operado por el Dr. Mir y su equipo en el Hospital Universitario Dexeus. La intervención fue todo un éxito.
La operación tuvo a Rabat dos horas bajo los hierros de los galenos para que le llevasen a cabo la limpieza de la herida que sufrió en la rodilla izquierda, con pérdida de tejido, fijaron la fractura de la mano derecha mediante una placa y tornillos, además de inmovilizar el pie derecho a causa de la fractura en la falange de uno de sus dedos.
El hecho de que la herida en su rodilla fuese abierta hace que la posibilidad de infección sea elevada, eso lleva a que los médicos tengan a Rabat ingresado hasta el lunes, cuando harán una nueva evaluación de la situación y determinarán cuál podrá ser su rehabilitación.
Bartholemy, que siempre ha apostado por Tito, sugiere que el piloto barcelonés no debería viajar al test de Philip Island si no está recuperado, ya no al 100% sino lo suficiente para poder pilotar una MotoGP.
La buena noticia es que la operación a la que se sometió ayer Tito ha sido un éxito. Y es obvio que la mala noticia es la larga lista de lesiones que se produjo en la caída de Sepang. La lesión en la rodilla es el mayor problema, porque la herida estaba abierta y el riesgo de infección es alto, por eso tendrá que permanecer en el hospital durante el fin de semana. El lunes, tras pasar más exámenes, tendremos una idea más clara de cuanto durara su rehabilitación y tener una idea real de su posible fecha de regreso a la acción. Conocemos bien a Tito y seguramente estará en la cama del hospital mirando vuelos para el test Phillip Island, pero él también debe ser realista. No tiene ningún sentido que regrese hasta que no esté suficientemente recuperado, porque no hay motos más exigentes físicamente para un piloto que una MotoGP.
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