Jorge Lorenzo, en las declaraciones de después de los entrenos del viernes, comentó que no le quería dar más importancia a su segunda posición en la tabla de tiempos porque, si no había sido resultadista cuando sus resultados no eran buenos, no lo iba a ser ahora que había tenido un día bueno.
Sí destacó que las sensaciones habían sido mejores que en otras ocasiones, pero que debían seguir tabajando.
Sobre la chicane (que después se cambió a la F1), comentó que había escuchado algunas críticas y que él era un poco negativo al respecto de la variante que se había hecho para este año en MotoGP. Tanto en donde fue tirado el año pasado por Iannone, como la chicane más alta porque si se pierde la rueda delantera, se cae y algún piloto va detrás resultaría muy difícil de salvar. Literalmente dijo el piloto de Ducati que “no sé si hemos dado un paso adelante en seguridad, o un paso atrás”.
Ya sobre los neumáticas comentó que se había sentido cómodo con los neumáticos duros como los blandos, en el tren trasero. Aún perdiendo poco en el último sector, porque la moto es muy nerviosa cuando se encuentra con una zona bacheada. Pero que a pesar de eso, empieza a ser optimista de cara al domingo.
Sobre los puntos de adelantamiento comentó que, en la entrada de la variante, sí se podría ganar una posición en la frenada pero con un alto riesgo de toques o salidas de pista porque no se va pendiente de quien está viniendo por detrás. En la chicane le parece que es casi imposible.
En cuanto a la polémica de volver al trazado original, consideró que era algo prácticamente descartado si no se acometían modificaciones estructurales (retirar el muro). Él era partidario de haber hecho una curva más lenta que sustituyese a la fatídica curva 12, en lugar de la chicane.
Para terminar se acordó de Max Biaggi, gran amigo suyo, por el accidente que sufrió el piloto retirado
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