Ningún piloto de los punteros está contento con el pilotaje que permite la nueva variante
Las caídas sufridas en la primera práctica libre hecha en seco han evidenciado problemas de seguridad, y han llevado a la Safety Commission a optar por el cambio a la chicane de la F1
En la primera práctica libre de MotoGP los pilotos salían a pista con el asfalto mojado por lo que, entre la precaución y la menor velocidad con la que los pilotos transitaban la nueva variante, no ha habido ninguna caída en ese punto. Pero las alarmas han empezado a dispararse en la segunda sesión del día.
Con la pista ya seca el ritmo se ha incrementado y, además de pasar con una velocidad más alta por la chicane, los pilotos ceñían cada vez más sus trazadas pasando más por encima del piano. Ese piano, tal y como explicaba Andrea Dovizioso, empieza siendo muy plano en la zona más próxima al asfalto para ir ganando altura en su parte más exterior. Según señalaba también Aleix Espargaró, esta ambición de los pilotos por recortar más y más, era lo que estaba provocando las situaciones de riesgo así como las caídas.
Otros pilotos, como Valentino Rossi, comentaban que la chicane es peligrosa. Por todo, tanto por el cambio de asfalto, como por los ángulos de la curva, como por la anchura de la curva, como por la ausencia de peralte que permita una conducción más natural. Hay que recordar que esa chicane está situada en una zona de bajada, y al no tener ningún peralte y ser completamente plana los ángulos de inclinación cambian respecto de lo que se haría en una sección llana. En la curva a izquierdas de la entrada las motos van ‘contra la ladera’, con lo que el ángulo de inclinación se incrementa y el apoyo en los neumáticos se lleva muy rápidamente al perfil de los neumáticos.
Esto que puede parecer trivial es importante porque, ante un problema de rebotes es el neumático el que debe proporcionar el soporte para el trabajo del sistema de amortiguación y, en muchos casos ayudar a esa amortiguación. Pero en esas condiciones, apoyados sobre el perfil de la goma, el neumático no es capaz de mantener el suficiente contacto con el suelo para ‘aguantar’ la moto mientras trabajan las suspensiones. Sumemos a esto que se entra en esa primera curva de la chicane con el tren delantero comprometido ya que está comprimido dado que los pilotos frenan prácticamente hasta el ápice de la curva y la horquilla no tiene apenas recorrido.
La han tildado de peligrosa, no al nivel de la situación que se podía generar en el trazado original, pero si se piensa en global y en todas las categorías es evidente que el riesgo de que en las primeras vueltas haya más de un problema. Era una preocupación latente en los pilotos de Moto3 y de Moto2, como pudimos constatar en una entrevista con Jorge Navarro.
Sin embargo no se ha quedado ahí la reclamación de los pilotos. Este cambio de la chicane nueva por la de la F1 se puede decir que es una solución para rectificar algo que debió ser una solución, dado que la chicane de la F1 se descartó por la cercanía del muro en la curva de entrada, cosa que ha llevado a los pilotos a plantarse. En la Safety Commission, además de votar el trazado de F1 han expresado su intención de no correr el próximo año en Montmeló si no se hacen las adecuaciones pertinentes en la curva 12 en la que, de forma trágica, Luis Salom perdió la vida.
Eso obligaría a los gestores del Circuit de Barcelona-Catalunya a desplazar el muro para ampliar la escapatoria en esa zona, además de evitar una escapatoria asfaltada y rellenarla de grava que ayude a detener los posibles arrastrones. Todo ello pendiente de un reasfaltado global en el circuito, del que además señalan que perjudica el grip y que está excesivamente bacheado.
El movimiento ahora lo debe hacer el circuito, que tiene la responsabilidad de elegir cuál quiere que sea su futuro en común con MotoGP
@LucioLopezGP