Una vez más Assen produjo una carrera espectacular, intensa y con una gran dosis de emoción. Tuvimos la emoción de Maverick Viñales, que volvió a verse suficientemente competitivo como para pelear una victoria, sin importar quién fuera su rival. También la emoción, más contenida, de Marc Márquez por quedar por detrás de una sola moto que no le disputa el título. Por último tenemos la ilusión de un rookie que regresa al podio, Fabio Quartararo está mostrando una espectacular progresión.
Pero no hay que quedarse ahí, hay mucho más que ver. Tanto en lo positivo, y aquí veremos el cambio de comportamiento de Yamaha, como en lo negativo los problemas que empiezan a aparecer en las que parecen las que son nombradas como mejores motocicletas de la parrilla, Suzuki y Ducati.
Tres ganadores en el podio
No se descubre nada nuevo cuando se dice que los tres hombres que se subieron al podio fueron, a su manera, ganadores de la carrera. El más obvio es el caso de Maverick Viñales, que se llevó un nuevo trofeo de ganador a casa, indiscutible, terminando con una racha en que ha sido barrido en tres carreras. Especialmente dolorosa la de Montmeló, en la que ya había mostrado una mejoría que ha refrendado en Holanda: conseguir estar delante en las primeras vueltas sin perder posiciones.
El segundo clasificado, Marc Márquez, también ha sido un ganador. El de Honda lleva a la distancia de 44 puntos a su inmediato perseguidor, casi dos carreras ‘de vacaciones’ para él, teniendo sólo por delante a un Viñales que no es aspirante al título.
También Fabio Quartararo, en tercera posición, celebra -todavía- los podios como si fuesen victorias. No en vano es el mejor rookie, con 37 puntos de ventaja sobre Joan Mir, además de ser el líder de la clasificación de equipos independientes y por delante de nombres como Jack Miller o Cal Crutchlow.
La importancia de la salida
Es un mantra repetido hasta la saciedad: las carreras no se ganan ni en la salida, ni en las primeras vueltas. También, vistos casos como el de Viñales en el pasado, sí que se dejan de ganar carreras en esa parte de las carreras.
Ya en Montmeló pudimos ver al propio Maverick estar en posiciones cabeceras en los primeros giros, y en Assen ha podido disputar y llevarse la victoria al no tener que estar esperando a poder coger ritmo y superar a rivales para quedarse relativamente cerca del podio.
Otra muestra de lo que pesa el momento en que se apaga el semáforo lo tenemos en el resultado que han conseguido las Ducati oficiales de Andrea Dovizioso y Danilo Petrucci. Andrea Dovizioso consiguió pasar hasta la sexta plaza de la carrara a pesar de salir desde la 11ª posición de la parrilla, mientras que Danilo Petrucci se quedó 7º al superar a Cal Crutchlow y perder plaza con el supuesto líder de su equipo. Esa salida les permitió ganar las plazas que las dos Suzuki ocupaban por delante de ellos, la de Rins por caída y la de Mir por no dominar el arte de la conservación del neumático.
El caso contrario lo sufrió Cal Crutchlow, que ilustra a la perfección el mantra con el que iniciamos. El del LCR partía 6º y pasaba 10º al término de la primera vuelta, pasando la bandera ajedrezada en 7ª posición.
Yamaha ¿mejora real?
En un programa ya pasado de Moto Race Nation, el que suscribe decía que Yamaha tenía ya moto, y que las idas y venidas se debían a que la falta de liderazgo técnico había llevado el prototipo a un escenario crítico en el set-up. Una moto muy difícil de configurar que con ligeros cambios en las condiciones de pista, modificaba sus prestaciones de forma exagerada. Hacía falta comprender la moto desde la silla del jefe técnico, además de la mejora de la electrónica gracias a Michele Gadda.
El hecho de tener tres motos oficiales en pista, con tres pilotos de gran nivel, ha podido ofrecer más información, que junto con los datos de Fabio Quartararo – aunque con una moto ligeramente diferente – están aclarando el camino que deben seguir. Esto les ha llevado a poner tres motos entre las 5 primeras, dos de ellas en el podio.
Con estos resultados, uno se pregunta qué fue lo que le pasó a Valentino Rossi, pero no hay que perder de vista los problemas que sigue teniendo Maverick Viñales para parar la moto. Por eso le vimos cometer bastantes errores e irse largo en varias curvas. Moto hay, pero queda mucho trabajo por hacer.
Caso Rossi
Sí, tres Yamaha en el top5. Sí, dos Yamaha en el podio. Una Yamaha ganó la carrera.
Está claro que la actuación de Valentino Rossi está en la parte negativa de lo que se vio en Assen, ya que el hecho de no clasificarse para la Q2 complicó sus características remontadas el día de la carrera. Algo que ya había iniciado, ya que partió desde la 14ª posición, y cayó en la vuelta 4 cuando superaba a Nakagami por la décima posición.
Valentino Rossi cayó en su remontada, una remontada que se debió a un cambio hecho antes de la carrera gracias al trabajo de la mañana. Esto confirma lo delicado que es encontrar el ajuste de la M1, pero que una vez se dio con él se puede ser competitivo.
Tanto a él, como a su compañero de equipo, se les suponen varias idas y venidas a lo largo de la temporada, pero lo que está claro es que por fin están comprendiendo lo que necesitan.
Caso Rins
Es cierto que estamos hablando de una carrera ganada por una Yamaha, y que Maverick Viñales ha regresado al camino de la victoria, sí, pero quizá por la prisa que tenía Alex Rins de abrir hueco con sus rivales.
El listón de lo rápido que estaba yendo el #42 lo podemos encontrar en la diferencia que tenía con Marc Márquez y Maverick Viñales, que a la postre fueron segundo y primero de la carrera. En el último paso de Álex Rins por línea de meta veíamos a Marc Márquez y Maverick Viñales como 4º y 5º clasificados, pero lo más importante de todo es que ya los había desplazado a 1 segundo de distancia. Aún así, con los neumáticos sin estar al 100%, el de Barcelona intentó abrir más diferencia con el grupo, pero acabó forzando demasiado el tren delantero en la entrada a la curva 9 y terminó arrastrando el mono por el asfalto.
Sabedor de la superioridad de su Suzuki en el paso por curva, además de su capacidad de conservar la goma trasera, quiso contravenir el mantra del que hemos hablado más arriba y trató de sentenciar la carrera en las primeras vueltas. Algo que ya se ha demostrado imposible.
Álex Rins tiene una buena moto, ha adaptado su pilotaje a la moto y son candidatos a todo, quizá ahora hay que evitar tener prisas, o presionarse en exceso con conseguir victorias en pistas que, en teoría, les sean favorables y minimizar este tipo de errores mirándose en los espejos de Marc Márquez o Andrea Dovizioso.
Y ahora vamos con Ducati, por que también hay caso Ducati.
Caso Ducati
Aunque deberíamos hablar en plural, los “casos” Ducati.
Además de la complicada situación de Andrea Dovizioso con respecto al líder del certamen, un Marc Márquez que como ya hemos dicho aventaja en 44 puntos al de Forlì, tiene a su compañero de equipo a sólo 8 puntitos y que está terminando las carreras demasiado cerca del colín de la Ducati #04.
Hay que sumar que Andrea Dovizioso no gana desde la carrera inaugural, la de la noche de Qatar. No hace segundo desde Le Mans, quedando a más de 2 segundos del ganador, y que no se sube al podio desde hace dos carreras. Algo que parece contrario al argumento de la regularidad que blandía el sereno piloto italiano, ya que no está consiguiendo victorias, pero tampoco está logrando la regularidad que decía que era necesaria para hacerse con el título.
En este punto de la temporada parece que es más rápido su compañero de equipo, Danilo Petrucci, al que sólo parece contener tras su jefe de filas el proceso de negociación por la renovación para 2020. En el momento que firme, se termina el modo “Mapping8” en que está corriendo Petrucci y que, seguramente, le costó la plaza en la vuelta final frente a Morbidelli.
El segundo “Caso Ducati” está en el box. Más bien en el Reparto Corse de la fábrica. En sus 6 temporadas como piloto de la marca, Andrea Dovizioso está pidiendo un chasis que le permita tener mayor velocidad en el paso por curva y que también sea más ágil en los cambios de dirección. Sin embargo, esto topa con la prioridad que tiene el gurú del proyecto, Gigi Dall’Igna, que considera que la prioridad debe estar en el propulsor y en la aceleración. Esto lleva a que se desarrolle el motor, se trabaje la electrónica y los trabajos que se hacen en el área de aerodinámica y chasis estén enfocados en mejorar la aceleración sin perjudicar la velocidad máxima. Por eso se bromea con que Dovi está cansado de piezas de carbono para el chasis, que modifican la rigidez en busca de mejor tracción.
El “triángulo amoroso” de Borgo Panigale parece que se está rompiendo por dos de sus partes, pero lo que es cierto es que ésta ya no parece la Ducati que era, a ojos de todos, la mejor moto de la parrilla. Estando en muchas ocasiones por detrás de Honda, Yamaha y Suzuki hay que preguntarse si tiene razón el piloto, o el ingeniero. La respuesta la encontraréis en las palabras de Jack Miller, y los resultados globales de las tres GP19.
La soledad de Marc Márquez
Tampoco aquí vamos a descubrir la pólvora o inventar la rueda. Por más que lo quiera enmascarar la fábrica a través de su Team Manager, Alberto Puig, Honda no está en condiciones de ganar en unas manos que no sean las de Marc Márquez.
Es cierto que el catalán está haciendo todo bien, que sus rivales están cometiendo errores y que su distancia liderando en el campeonato se alarga a cada carrera, pero también es cierto que Honda no tiene a nadie más.
Venimos de repasar la línea ascendente de Yamaha, que ha conseguido mejorar sus resultados para poner 3 motos en el top5, también hemos visto la línea descendente de Ducati, que cede ante el resto de la competencia… ¿y Honda?
Honda está a solas con Marc Márquez. Marc Márquez está solo en Honda, y no podría contar con ningún “escudero” en situaciones más apretadas en la lucha por el título de pilotos. Una situación que terminará llegando, más tarde o más temprano, viendo que Suzuki empieza a asomar y que Yamaha parece recuperar la senda de los resultados.
Pero no es solamente eso, ahora mismo el Repsol Honda Team no está liderando la clasificación de equipos, si no que acumula una desventaja de 45 puntos con respecto al líder, el Ducati Team (que sólo ha ganado 2 carreras).
Es cierto que en constructores todavía están por delante, aunque sólo 22 puntos por encima de la fábrica italiana de Ducati, y éste es el título que de verdad importa a la fábrica. El que marca la capacidad de su moto, y lo que en realidad está marcando la capacidad de su moto es un nombre propio que no es el apellido del fundador, Sōichirō-San.
El séptimo puesto final de Cal Crutchlow, con moto oficial y apoyo de fábrica, apartado en más de 18 segundos del ganador, y a más de 3,5 segundos del sexto clasificado, nos dan una dimensión muy aproximada de la situación de la marca nipona. Y no sólo eso, ya que se podría pensar que es una circunstancia de esta carrera en concreto, pero la diferencia de 109 puntos entre la primera Honda y la siguiente ya hablan por sí mismos.
@LucioLopezGP