Absolutamente todos los pilotos que están llevando la moto de la categoría Open fabricada por la marca del Ala Dorada se quejan de lo mismo, que su motor adolece de potencia. Esto se ha plasmado en que ninguno de los pilotos que han llevado estas máquinas ha podido optar al top10, si no es porque ha habido muchas caídas en el GP de Qatar.
Desde que la temporada pasada terminó y Yamaha comunicó a Dorna su imposibilidad de abastecer la parrilla de motos surgidas de un papel en blanco, se centró en conseguir transformar una M1 satélite de tal forma que cumpliese con los reglamentos estipulados por el campeonato.
De hecho lo han conseguido, pero con un “pero”. Un pero que les da mucha ventaja, o por lo menos a Aleix Espargaró, en cuanto a la capacidad del motor: funciona con tecnología de válvulas neumáticas.
Eso puesto contra un motor que el cierre de las válvulas lo hace por muelles le da muchísima ventaja a la hora de conseguir la potencia, además de regímenes de giro más altos. Y el resultado es un motor que acelera más y corre más, motivo por el que los de Honda se han quejado desde el principio de que Yamaha no se ajusta al espíritu de la categoría. De hecho Colin Edwards, antes de empezar la temporada, comentaba que iban a freír a las RCV en las rectas por la diferencia de motor.
Nicky Hayden, quien ha estado en el mayor de los ostracismos en toda su etapa en Ducati sin una sola queja, ha levantado ya la voz en varias ocasiones para reclamar algo que le dé mayor potencia y que le permita competir. Él, recordando tiempos pasados, imaginaba que las Open serían como las “Carreras Cliente”, que estaban más cerca de las motos de las fábricas y que en ocasiones hasta luchaban por la victoria.
Honda se negó desde el principio a evolucionar estas motos, pero parece que algo ha cambiado. Quizá el hecho de que todas las motos lleven centralita única y software único haya ayudado algo, quizá también el hecho de que todas las motos serán Open en 2016 haya ayudado otro poco más. Así, poniendo la moto en marcha, ya la van conociendo, perfeccionando y aprendiendo dónde se puede apretar más y menos para crear las diferencias que estén interesados en crear. Porque, no nos engañemos, si se presentan como equipo de fábrica no van a dejar ganar a otros, aunque les hayan comprado las motos y también lleven Honda.
La cuestión es que en todo este lío, si finalmente confirman esto, es que Nicky, Karel, Scott y Hiroshi van a estar muy felices con la noticia.