Todo parecía presto y dispuesto para que Joan Mir repitiese su actuación de la primera carrera. No sólo eso, sino que finalmente lo mejoró al conseguir 1,6 segundos en la vuelta de inicio.

Tal y como había hecho en la primera carrera, al apagarse el semáforo salió Mir cual centella para conseguir 1,6 segundos en sólo una vuelta.
Detrás se volvió a formar el mismo grupo numeroso que lucharía por la segunda plaza.
Ya en ese segundo giro estaba en el grupo un Arón Canet que salió tres plazas por delante de lo que lo hizo en la primera carrera, porque la sanción ya no tenía efecto en esta. La remontada desde la decimoctava posición le iba a permitir luchar por el segundo peldaño del podio.
También estuvo en disposición de hacer lo mismo Nico Bulega, que junto con Albert Arenas, Jaume Masià, Lorenzo Dalla Porta y algún otro pusieron el picante que le arrebató Joan Mir. Esos pilotos se estuvieron pasando durante toda la carrera.
Incrementaron el ritmo los Canet, Masià, Dalla Porta, Arenas y Bulega para deshacerse del resto de contendientes, aunque las contínuas pasadas no cesaran. Canet dio una vuelta de tuerca más al ritmo, y sólo Dalla Porta le puedo responder en primer instancia. Ajeno a todo esto, Joan Mir ganó la carrera.
Pero todo iba a cambiar, la carrera se volvió un thriller en la última vuelta cuando, poco antes de la recta de atrás intentó Dalla Porta pasar a varios pilotos. Perdió el apoyo delantero y arruinó por completo la carrera del líder del campeonato, que anotó un cero en su casillero.
Esta acción, junto con la victoria de Mir, deja un apretado campeonato con sólo seis puntos de distancia.
Acompañaron a Mir en el podio un brillante Jaume Masià y un luchador Albert Arenas.