Binder, sancionado por haber usado un software ilegal en la sesión de clasificación, debía salir último. De esta manera se ponía en riesgo su provisional liderazgo en el campeonato, pero él y el destino querían regalarse una jornada de protagonismo.
Antonelli tuvo que salir desde pit-lane porque se le calaba la moto cuando se colocaba en la parrilla para la salida, condenándole a salir de pit-lane. Mala suerte para el italiano, que había clasificado quinto, y un rival menos que debía superar Brad.
En unas ocho primeras vueltas ¡remontó 31 posiciones! Por delante de él ya sólo quedaba el trío de cabeza, formado por Navarro, Bagnaia y Bulega, que atraparía poco después ya que rodaba medio segundo más rápido que ellos. Y cuando faltaban ocho vueltas para el final aprovechó un error de Bagnaia para ponerse segundo tras Navarro. Su liderato estaba a salvo.
Dos vueltas después abordaba la primera posición en la frenada de Dry Sack, y trató de seguir imponiendo su ritmo, desplazando poco a poco a Navarro. El valenciano tendría que jugarse la segunda plaza del podio con Bagnaia y Bulega.
Fue el poleman y debuntante el que se llevó la segunda plaza. Una trepidante última vuelta con ocho adelantamientos, desde Dry Sack hasta la curva Jorge Lorenzo, laureó con la segunda plaza a Nicolò Bulega. El joven de 16 años está en la lucha por la general, ¿aguantará toda la temporada la presión?
Tras él entró Bagnaia, justo por delante de un Navarro que parecía favorito a la victoria, pero que finalmente tuvo que conformarse con la cuarta plaza debido a problemas con su goma delantera.
La victoria, con más de tres segundos de ventaja, fue para Brad Binder, anotándose el primer triunfo de su carrera deportiva de una forma épica. Protagonizó la mayor remontada de la historia del motociclismo, pasando del 35º al 1º.
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