Se abre una nueva época, para todos

pasado

Si nos ponemos a pensar en lo que significa el paso de Jorge Lorenzo a Ducati, pronto nos daremos cuenta de que la apuesta no sólo le afecta a ellos.

Yendo por apartados la explicación será más sencilla, y poco a poco se irá componiendo la ecuación de cómo este movimiento eleva el nivel de exigencia de MotoGP.

El pasado del campeonato

Además de las marcas asentadas, como eran Honda y Yamaha, también había preparadores como ELF, Fior o las ROC que producían motos de competición para el Mundial de 500cc. Es muy aconsejable el artículo de Pepe Burgaleta sobre las apuestas técnicas más allá de lo convencional, incluso por parte de Honda.

A destacar está el proyecto de Cagiva, que debutó en la primera mitad de los 80, y que incluso Joan Garriga en 1986 fue el piloto de los italianos. Al año siguiente pasaron a tener dos motos, con Roche y De Radigues, para tratar de avanzar el desarrollo de la moto que año a año fue incorporando a nombres como Mamola o Barros y así dar mayor credibilidad, visibilidad y prestigio al proyecto.

Y llegó el momento en que la marca del elefante creyó e hizo creer lo suficiente a los demás en lo que estaban haciendo.

Por eso en 1991 Lawson recaló en Cagiva, a donde llegó después de haber pasado por Yamaha y haber saltado a Honda y volver a Yamaha. La marca italiana, que había entrado en el mundial en 1983, intentó afianzarse con el fichaje del cuatro veces campeón del mundo, pero salvo algunos podios en su año de debut con los italianos sólo consiguió vencer en la carrera de Hungaroring de 1992.

Otro caso distinto fue Suzuki, que hasta el título de Schwantz en 1993 sufrió una travesía por el desierto desde la victoria de Uncini en 1982. Y de nuevo tras la victoria de Kenny Roberts jr. en el año 2000 volvió a entrar en ese castigo desértico del que parece que están saliendo ahora, dieciséis años después.

Pero antes vimos a las marcas Kawasaki y Suzuki izar la bandera blanca, abandonando el campeonato de la misma manera que lo hizo Cagiva.

Los cambios del reglamento

Después de una etapa en que se las han visto y se las han deseado para poder rellenar la parrilla, dados los elevadísimos costes en que se había embarcado el desarrollo de las motos, se ha optado por parte de la organización del mundial de limitar el reglamento técnico e incluso igualando elementos diferenciadores, como es la electrónica que gobiernan las máquinas. Eso ha atraído, de vuelta, a Aprilia además de a Suzuki.

Ambas marcas parece que están progresando adecuadamente. Suzuki, por más tiempo de desarrollo, parece que va por delante en la consecución de resultados. En 2015 llegaron a conseguir una pole y esta temporada parece que, con Viñales, flirtean con el podio. La nueva Aprilia parece que está permitiendo a la fábrica progresar en sus prestaciones, con tiempo también llegarán, además en 2017 veremos a KTM con una moto que promete unas grandes prestaciones.

Pero sobre todo ha permitido que las tres temporadas que Dall’Igna lleva en Ducati, haya conseguido desarrollar la moto como para poder llegar a atraer las miradas de todos. No sólo ha conseguido mejorar las versiones de las GP que no había diseñado él, sino que ahora ha conseguido que la moto de este año haya conseguido dar un paso más respecto de la GP15 que consiguió llamar la atención la temporada pasada.

Y ése es el punto que va a cambiar el “Statu Quo” de MotoGP. Han conseguido llamar la atención, de forma seria, de cada vez más pilotos. Incluso para que los “top” se la planteen como una opción el fichar por los de Borgo Panigale.

La apuesta de Lorenzo cambia el futuro

Lo cierto es que no entraremos a valorar la decisión de Lorenzo en términos únicamente personales. De la misma manera que tampoco vamos a valorar el progreso técnico de Ducati.

Aquello que es realmente interesante de la situación es que se abre el abanico de opciones, realistas, de que los pilotos punteros tengan más horizontes más allá de HRC y Yamaha. Con lo expuesto en el apartado de los cambios del reglamento, es claro que el resto de marcas podrán progresar hasta tener opciones. En primer lugar opciones de atraer a pilotos punteros, y en segundo lugar de ser alternativas a la victoria.

Lorenzo y Ducati han cambiado el paradigma

Si bien es cierto que se da a Viñales como un seguro relevo en Yamaha, éste ha conseguido actuaciones con la Suzuki que han convertido a esa moto en atractiva y una alternativa a considerar por todos. Incluso por el propio Maverick, o una moto a seguir para el futuro por otros como pueden ser Márquez o Pedrosa, o incluso los pilotos de Moto2 puedan elegir esta opción en lugar de aceptar estar en un equipo satélite a la espera de uno de los cuatro asientos deseados. Y ése es el auténtico golpe de timón que Lorenzo y Ducati han dado al rumbo del campeonato

Este cambio que muestran Ducati y Suzuki genera confianza a futuro en los desarrollos que están llevando a cabo Aprilia y KTM. Y eso proporcionará 12 motos oficiales, que seguro no estarán siempre al mismo nivel, pero sí todas lo suficientemente cercanas como para dar más valor a los pilotos porque ya no serán sólo cuatro las motos capaces de ganar.

Sí, es cierto que primero deben ganar, pero Lorenzo y Ducati han abierto una ventana por la que entra aire fresco en nuestro deporte.

@motor_lu

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