Terminó 2018, ¡qué pena!
Se acaba una temporada en que en MotorluNews.com hemos conseguido crecer. Pero crecer de verdad, de la forma que me gusta: en calidad.

Es cierto que los números de esta temporada significan subidas del 95% con respecto a 2017. Pero no nos vengamos arriba y seamos realistas, esa espectacular subida significa un total de 115.888 sesiones únicas (a falta de un día y medio). Algo que las grandes publicaciones pueden hacer en un solo día.
¿Preocupante? Para quienes conozcan o bien al medio, o bien a mí, sabrán que lo que persigo está bastante alejado de los resultados numéricos, ya que mi propósito es conseguir un medio con credibilidad, serio y en el que todos los que participan en él cobre por su trabajo. Eso es algo indispensable para mí.
Además, puedo decir con orgullo que he conseguido arrancar algunos artículos a Jorge González, a pesar de su complicada agenda laboral, y es algo que seguiré intentando porque el tío, vale.
También he tenido la suerte de haber convencido a Diego Lacave y Manuel Pecino para que quisieran colaborar con regularidad en MotorluNews.com con sus artículos. Todo ello, aunque suene a topicazo, gracias a vosotros. Por una parte, porque motiva ver la respuesta y el valor que le dais a nuestra presencia, y por otra parte, lo mucho que os habéis implicado aquellos que os habéis convertido en mecenas del sitio.
Es cierto que sigo invirtiendo dinero para pagar a todos aquellos que aportan con su trabajo, pero también es verdad que cada vez habéis ido siendo más los que habéis llenado con gasolina el depósito de los proyectos e ilusiones.
En este año me he embarcado en un nuevo proyecto, y que se ha convertido en una gran ilusión, ha sido arrancar Moto Race Nation, junto a los hombres que llenan las páginas de mi competencia, los de PCMoto.net. Pero además de ser competencia, son compañeros de camino, de pasiones e ilusiones, y con ellos ha sido muy fácil crear un podcast en que únicamente se habla de motociclismo.
Gracias a Manolo Fernández por su acidez y firmeza, a Alfredo ‘Pipe’ Prádanos por su flema y elegancia argumentativa y, por supuesto, a David Asencio por la visión global del motociclismo que posee, pero sobre todo por pasarse horas sin dormir para montar el programa.
Para terminar esta parte os contaré que he seguido aprendiendo cómo funcionan las cosas en este mundo al poder cubrir diferentes Grandes Premios esta temporada, y espero poder seguir haciéndolo en 2019. A poder ser, en algún circuito más que este año, porque hay grandes personas en el paddock y porque me encanta aprender de todo el mundo.
A todos vosotros, infinito agradecimiento por estar e interactuar.
¡Gracias!
Terminó 2018, ¡al fin!
Se acaba una temporada que ha sido bastante problemática después de muchas carreras, muchas lesiones y, sobre todo, muchas caídas.
Echando la vista atrás se podría decir que 2018 ha sido como aquel hijo bastardo, al que no se quiere reconocer o ni siquiera hablar de él.
Aún sin haber visto las motos en la pista ya estábamos con la mirada fijada en cómo quedaría conformada la parrilla en 2019. ¿Recordáis que éste era un año del que parecía que no se quería hablar?
Quizá era lo más razonable, porque Moto3 empezaba la temporada con pocos candidatos claros, Moto2 cerraba un ciclo de motores Honda y sin electrónica y en MotoGP, pues en MotoGP estaba todo casi cerrado antes de empezar.
Por supuesto había que esperar a ver lo que hacía Dovizioso con la Ducati, pero pronto se vio que no iba a estar al nivel del año pasado. Probablemente porque HRC ha mejorado su moto, y ya no había tanta diferencia que suplir con pilotaje por parte de Márquez. Además, quien empezó a sobresalir en la marca italiana fue Jorge Lorenzo, que consiguió dos victorias consecutivas. ¡Y qué dos victorias!
Unos dicen que fue la liberación de saber que no seguiría en la ‘Rossa’, y no tienen en cuenta que el verse sin moto y fuera del mundial es aún mayor presión. Así que parece que Jorge Lorenzo ha conseguido los resultados haciendo gala de dos de sus características: una mentalidad indestructible y una capacidad de trabajo casi religiosa.
También asistimos al ‘Mea Culpa’ entonado por Yamaha después de que los pilotos señalasen a todos los blancos posibles desde medidados de 2017. Primero a los neumáticos, luego el tren delantero, más tarde al consumo del neumático trasero, y por último a la electrónica para dar paso al verdadero origen del problema: el motor.
Una vez que se ha contratado a un técnico que pudo aportar el conocimiento necesario para la configuración de la centralita Magneti-Marelli, no hubo más remedio que reconocer tamaño error e iniciar el trabajo para la moto de 2019. Maverick Viñales consiguió una victoria balsámica gracias al nuevo conocimiento que llegó a Yamaha, y porque el circuito en el que lo hizo al motor no se le hacía entrar en el rango de vueltas en donde era problemático.
Ahora, en Yamaha, se está desarrollando una especie de Juego de Tronos para ver quién es el verdadero “Rey del Desarrollo”. Y hablando de ver, o mejor dicho de “no ver”, serán muchos los pilotos que no estarán la próxima temporada en la categoría.
Ni Dani Pedrosa, ni Álvaro Bautista, ni Scott Redding, ni tampoco Bradley Smith o Xavier Siméon seguirán en la categoría reina. Unos, víctimas de sus resultados, otros, víctimas de sus presupuestos y sólo uno, Dani Pedrosa, porque así lo ha elegido.
Tendremos la fortuna de poder seguir viendo a Álvaro Bautista en un gran campeonato, uno que ganó para España un tal Carlos Checa, Scott Redding estará en el siempre duro y difícil BSB, mientras que Siméon y Smith seguirán en la órbita del mundial de MotoGP en otras tareas y categorías.
Con Dani Pedrosa hemos vivido el choque de dos corrientes antagónicas: la de quienes creían que la retirada era lógica e incluso necesaria, y la de para quienes era impensable e inasumible que su piloto fetiche se retire. Algunos de estos últimos incluso buscan una manera de pasarle al equipo oficial por malos resultados de algún piloto, o quizá en 2020. Olvidando, ambas corrientes, que lo que realmente importa es lo que el piloto quiere y decide. Si decide no retirarse y tiene sitio hay que respetarlo de la misma manera que se debe respetar que opte por no continuar. ¿Cuántas veces se hizo volver a Stoner? Quizá Dani sí quiera volver, pero que sea él quien lo decida.
Quien sí se queda es Marc Márquez, de quien hasta ahora no he hablado directamente. Ha conseguido su séptimo título mundial, el quinto de MotoGP… ¿sorprendidos? Seguro que no. Incluso a pesar de los inicios de la temporada, en que se anotó dos ‘ceros’ en las 6 primeras carreras, cuando acababa lo hizo tres veces como ganador y una como segundo.
Lo curioso, y eso habla del dominio real que tiene Marc Márquez en la categoría, es que en una temporada en que las victorias han sido más discutidas y en que hemos visto a 5 ganadores distintos (Dovizioso, Márquez, Crutchlow, Lorenzo y Viñales), la diferencia de puntos con el 2º ha sido estratosférica. Hasta 3 carreras de diferencia caben en los 76 puntos de ventaja que consiguió. Podía haber emulado al Maestro Nieto e irse de vacaciones en las tres últimas carreras.
Por cierto ¿cuántas carreras habría ganado Ángel Nieto de no haber marchado a Ibiza tras proclamarse campeón antes de acabar la temporada?
Puede ser que 2019 sea un año de más lucha, más ajustado, en que quizá el de Cervera tenga más rivales. Sí que se espera que Yamaha recupere posiciones, que Ducati se mantenga, e incluso que Suzuki haya encontrado la estabilidad en su desarrollo para poner a Alex Rins en la lucha por las victorias. Si pensamos en que el deporte sea más atractivo, que tenga mayores alternancias y más de un punto de interés, sería lo mejor. Sumen a todo lo anterior la llegada de Jorge Lorenzo al garaje más potente del campeonato, que ya ha anticipado que hará 2 motos diferentes si es necesario. Ya lo hizo con Pedrosa.
Un Pedrosa que va a formar parte del equipo de desarrollo de KTM, la marca que acoge a Johann Zarco. Ya tendremos tiempo de hablar de este movimiento en otro artículo, porque parece que haya sido más un error por temor, que una apuesta valiente. También espero un crecimiento por parte de Aprilia, que volveremos a tratar en una pieza separada (así, como de los juicios contra los partidos políticos), ya que merece un estudio específico.
También volveremos a tener una lucha real e interesante por ver quién es el rookie del año. Aterrizan en Ducati, Suzuki, KTM y Yamaha, lo que nos permitirá ver qué fábrica es más “amable” con los recién llegados. Bagnaia, Mir, Oliveira y Quartararo parecen, por fin, una buena hornada para MotoGP, si bien Quartararo tiene que demostrar que no es flor de dos días en Moto2.
A priori Pecco Bagnaia, que se convertirá en Francesco progresivamente, parece ser el piloto que mayor potencial de crecimiento tiene. Desde su irrupción en lo más alto del podio con una inferior Mahindra, llamó la atención sobre sí y ha sabido seguir aprendiendo, progresando, mejorando. Algo que también ha hecho Miguel Oliveira, pero no estoy tan seguro de que la fidelidad que le muestra a KTM sea la mejor elección para hacer camino. Mayor incógnita parecen ser Mir y Quartararo, el caso de Fabio ya lo hemos comentado, y Joan Mir tampoco parece haber hecho un año que le haga acreedor de su nueva montura, a pesar del indudable talento del mallorquín.
La categoría que dejan muta, cambia. Abrazará la electrónica en el cambio a propulsores tricilíndricos Triumph de 765cc, ahora todos los fabricantes de chasis deberán aplicarse. Lo interesante es que el contador vuelve a estar a ‘cero’, y es imposible saber qué marca dominará. Recordemos los años iniciales de la categoría, donde Moriwaki y Suter mandaron antes que Kalex.
Claramente habrá que tener en cuenta que las inversiones de los equipos serán decisivas en el desarrollo de las motos y la obtención de los resultados, es algo que va directamente relacionado, por lo que equipos como el Sky o el Marc VDS, una vez solventados sus problemas organizativos, van a volver a ser los que estén disputando las victorias y, casi seguro, el título. Tampoco deberemos perder de vista a KTM, quien con un chasis tubular tiene mayor capacidad de reacción y facilidad para evolucionar su moto.
Esta incertidumbre técnica hace muy complejo hablar de nombres, sin embargo la calidad de los pilotos acabará apareciendo y casi con total seguridad estaremos hablando de los Márquez, Marini, Vierge, Lecuona, Binder o Baldassarri, y tendremos que ver cómo aterrizan en la clase nombres como Bulega o Martín.
Este último ha subido con el título de campeón del mundo de Moto3, junto al subcampeón Di Giannantonio, y al correoso Marco Bezzecchi, dejando casi huérfana la categoría pequeña.
En ella ha decidido permanecer Arón Canet, consciente de que un salto de categoría sería una huida hacia adelante, pero va a cambiar Honda por KTM en busca de la fortuna que le ha faltado con la marca del Ala Dorada.
Parece que volveremos a asistir al clásico España-Italia, con Dalla Porta, Vietti, Arbolino, Foggia o el eterno Nicolò Antonelli en la parte italiana. Todo ello coronado con el regreso del indómito Romano Fenati.
Marcos Ramírez, como Arón Canet, debe dar un paso adelante en la categoría, de la misma manera que cabe esperar una mayor presencia en cabeza de Albert Arenas y la progresiva llegada de Vicente Pérez, además de la estabilización de Jaume Masiá.
Todo ello supervisado por el veterano John McPhee, quien de pronto puede convertirse en un contendiente al título, igual que Gabriel Rodrigo, que ha conseguido un espacio ganado con trabajo y resultados en el equipo campeón del mundo, el Gresini.
Sólo queda ver cómo se adaptarán a la categoría nombres prometedores como el de Can Öncü, que ya ha ganado una carrera mundialista antes de ser piloto permanente, o Raúl Fernández, que viene en una espiral de aprendizaje impresionante. También Sergio García será uno de los nombres a seguir.
@LucioLopezGP