Las claves que han hecho de Marc Márquez una leyenda

Marc Márquez ha ganado en lo que va de temporada un total de nueve carreras de 15 disputadas, unos números que revelan que el joven de 26 años ya es uno de los mejores pilotos de la historia y que va a marcar un antes y un después, como anteriormente lo hicieron hombres de la talla de Giacomo Aagostini, Ángel Nieto o Valentino Rossi.

Este 2019 ha sido su 12º año en el Campeonato del Mundo de MotoGP y se ha hecho con su octavo título, que a su vez es el sexto de la categoría reina que colecciona. Pero no he venido hoy aquí a hablar de quién es Márquez y a contar todos y cada uno de sus hitos, vengo a repasar las claves que han hecho, por octavo año que el de Cervera pudiera colocarse la tan codiciada corona de laureles.

La fórmula del éxito de Marc Márquez

Desde hace bastantes, quizá demasiados Grandes Premios era un clamor que en este 2019 Marc Márquez iba a convertirse en campeón del mundo de nuevo. Iba a escribir que Márquez iba a obrar el milagro, pero no, nada es casualidad en el éxito de Marc Márquez y así nos lo ha demostrado con la que ha sido la mejor temporada de su historia en MotoGP en la que cuando no ha ganado ha acabado segundo, con la excepción de una caída en el Gran Premio de las Américas.

Madurez de un campeón del mundo

Si echamos la vista atrás en la carrera de Márquez uno de sus principales logros es el haber madurado en pista como persona y piloto, pero lo ha hecho sin perder el ingrediente de la pasión que al fin y al cabo es el único imprescindible para cosechar éxitos.

Si miramos los números del octacampeón del mundo, una de sus mejores temporadas en cuanto a resultados fue su segundo año en MotoGP, cuando encadenó la friolera de diez triunfos consecutivos y parecía invencible. Pese a que a estas alturas de la temporada en 2014 acumulaba 11 victorias, respecto a las nueve de este año, podemos afirmar que el 93 es mucho más maduro en pista.

La temporada 2014 para Márquez fue literalmente sobre ruedas, sobre todo al principio, el de Cervera tenía la sartén por el mango y pocas carreras más tarde ya tenía el mundial casi sentenciado. Fue al final de año cuando abusó de su confianza y eso le llevó a irse al suelo en tres ocasiones, posponiendo la consecución del titulo hasta el GP de Japón.

Me suena haber leído alguna vez la frase “a veces se gana y otras se aprende” y creo que pese a que se puede aprender ganando, Márquez maduró perdiendo. Fue en 2015, cuando venía de arrasar la temporada anterior y los errores no tardaron en llegar. El español realizó seis ceros y tan solo cinco victorias, todo ello unido a que ese año tanto la Yamaha YZR-M1 como Jorge Lorenzo y Valentino Rossi fueron muy fuertes. Márquez perdió el título en 2015, pero maduró y para 2016 ya solo tuvo un cero en todo el año.

Desde aquel complicado 2015 hemos visto un Marc Márquez que se cae y aprende en entrenamientos, pero que ha aprendido a “perder” y a saber que acabar una carrera en segunda posición es mejor que perseguir con tanta ansia una victoria e irse al suelo en la persecución de ese objetivo. Precisamente en ese 2016 el de Cervera ganó las mismas carreras que el año anterior, pero solamente una retirada y acabó volviendo a ganar el título, Márquez había aprendido la lección.

Conocer los límite y ¿no sobrepasarlos?

Quizás una de las cualidades más grandes sea esta. En temporadas anteriores veíamos que Marc Márquez en carrera forzaba e iba demasiado al límite, pero ya no. El de Honda ha madurado y ha aprendido que es mejor realizar unos buenos entrenamientos en los que buscar sus propios límites y los de la pista.

Este año no tanto, pero durante las temporadas pasadas al de honda no le ha importado caer las veces que sea un sábado si eso le iba a ayudar a tener más información de cara al domingo y así evitar buscar ese límite en carrera arriesgándose a una caída.

Ha sido uno de los consejos que el propio Márquez ha dado a su hermano, que tras unas temporadas complicadas parece que este 2019 puede hacerse con su primer título mundial de categoría intermedia.

Estudiar a los rivales

En esto Marc Márquez tiene ya un máster y para muestra un botón: la carrera con la que consiguió su octavo título de campeón del mundo. El español fue durante la totalidad de la carrera por detrás de Fabio Quartararo, una veintena de vueltas rodando detrás del de Yamaha viendo cómo negociaba cada curva, los puntos en los que era más fuerte y en los que era más débil hasta que en el último giro pasó a la acción metiendo la moto al francés y ganando la carrera.

Si vemos algún Gran Premio antiguo, sobre todo cuando Marc era un rookie podemos ver un recital de adelantamientos que en ocasiones acababan con los neumáticos realmente desgastados o incluso con el propio 93 en el suelo. Ahora ya no, siempre que el de Honda tiene ritmo para ser capaz de rodar tras un rival, no se precipita y lo intenta al final. Normalmente le sale bien esta estrategia y si no que se lo digan a Quartararo, piloto al que ha ganado así en dos ocasiones.

Con un Marc Márquez que a día de hoy ha aprendido de sus defectos, vemos como cada vez es más fuerte y seguro de sí mismo. Esto hace que sea más difícil que alguien pueda llegar y plantar cara al de Honda, pero todo puede pasar en MotoGP.

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