El fin de semana en que arranca la Copa del Mundo de motos eléctricas, bautizada como MotoE, hemos tenido la oportunidad de poder hablar con Sete Gibernau. Nos parecía el piloto adecuado para tratar en profundidad la nueva categoría por su experiencia con todo tipo de propulsores, cosa que le ha hecho vivir cambios en el motociclismo, pero quizá nada como este último salto.
Es interesante no sólo comprender cómo percibe este cambio, sino también cuál es la perspectiva a futuro que está abriendo este cambio de ciclo. Mirada larga que lleva a una conclusión sorprendente.
¿Cómo te sientes volviendo a la competición?
Me siento extrañado e ilusionado. Extrañado porque no me imaginaba volver a la competición a los 46 años, ilusionado por haberme reinventado una vez más en la vida y me pongo retos totalmente distintos a los que ya viví. Por eso estoy aquí.
¿Qué es lo que más te gusta de volver a la competición?
Me gusta eso, el poder reinventar una vida, un objetivo, volviendo de una manera distinta que para nada es un reto deportivo, sino que es un reto de vida. La parte deportiva es la excusa, probablemente, pero mi reto se basa en muchas otras cosas.
Quiero estar presente en este cambio de ciclo tan importante que estamos viviendo, no sólo en la competición, sino en la movilidad y vivirlo desde dentro. Estando aquí y transmitiendo a la gente hacia dónde vamos, cómo y las consecuencias.
¿Cuál es la diferencia entre la MotoE, automáticas, y las de motor de combustión?
La diferencia básica está en el silencio. Tu silencio te acompaña, y antes tenías sonidos que eran referencia en la pista, el cambio, las revoluciones del motor, el escape… todo generaba unas referencias que a día de hoy no tienes. Esas referencias hay que buscarlas interiormente y estar acompañado de unos nuevos sonidos (ndr: por ejemplo, el sonido de los neumáticos) y de un silencio que antes no había.
¿Hacia dónde crees que llevará el pilotaje?
Enérgica ha hecho un gran trabajo, ha hecho una moto divertida. No pueden evitar, obviamente, el hecho de que el peso es enorme, aunque eso seguro que evolucionará rápidamente.
La Copa que es ahora MotoE es un embrión ¿Cómo ves el futuro de la competición?
Si te digo cómo veo el futuro… Yo miro muy lejos, y veo muchas cosas que no sé… aquí al lado (señalando una consola en donde jugaban unos adolescentes) vemos lo que será de aquí a poco.
A largo plazo vamos hacia eso, yo no lo viviré, pero vamos hacia todo lo digital y todo evoluciona a una velocidad que no somos capaces de asimilar. Incluso la industria está sufriendo un cambio increíble y va a ser un cambio muy radical, más radical de lo que ahora podemos llegar a pensar. Pero si miras lejos y te das cuenta de cómo está evolucionando todo, entenderemos que la base de la industria del motor deja de tener sentido. Eso necesitará de un cambio muy, muy radical.
Cuando entrevistamos a Nicolás Goubert comentó que las fábricas actuales entrarán en el campeonato cuando se haya consolidado la tecnología ¿Compartes este pensamiento o ves a otras marcas llegando? (lee la entrevista a Nicolas Goubert)
No lo sé, yo no tengo la respuesta hacia a dónde vaya a evolucionar. Todo cambio necesita un proceso de transición, habrá situaciones que desconocemos que pueden hacer que las fábricas sí quieran entrar, pero en el momento que tú quitas partes esenciales del ADN de las fábricas, en cuanto a motor, pistones, árboles de levas, cambios, y pones una batería y un motor eléctrico… ¿dónde estará el valor añadido o la distinción de uno a otro? Ahí es donde hay que mirar muy lejos para darnos cuenta de que no tenemos la respuesta, porque hoy no tenemos la capacidad de generar esa respuesta, pero sí la pregunta.
Y para terminar, sabiendo que un piloto es ambicioso y ganador por naturaleza ¿Cuál es tu objetivo deportivo de este año?
Divertirme. No tengo ninguna necesidad de hacer nada que no sea divertido. Soy la persona menos preparada del paddock para afrontar, deportivamente hablando, este reto. Lo tomo con toda la humildad del mundo, porque sé que no tengo la capacidad para estar a la altura deportiva de con quien me enfrento, y lo asumo.
No he tenido el tiempo como para entrenarme y dedicarme a recuperar, o cuanto menos a ponerme en ese “estado deportivo”, pero sí tengo muchas ganas de divertirme. Salir fuera y hacerlo lo mejor posible con lo que sé que tengo y lo afronto desde la ilusión de un campeonato nuevo. Yo vengo de estar con mi hija, sin dormir los últimos meses y sin entrenar, sería absurdo venir aquí y querer demostrar algo. Lo que voy a demostrar es que tengo la humildad suficiente de saber que estoy aquí con toda la ilusión, que no tengo ninguna vergüenza en decir que soy el menos preparado: si hago último, disfrutaré de estar aquí, de intentar hacerlo lo mejor posible y mejorar un poco cada vez.
Sería absurdo decir que vengo aquí a dar una lección a nadie.
@LucioLopezGP
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